Comenzando a ser creativos
Fantasía versus Sentido de la realidad
Albert Einstein escribió que las dos formas más sublimes de escapar de la realidad que los seres humanos habían creado eran el arte y la ciencia. Y considerando que son dos modos de acceder mediante la imaginación a mundos diferentes de la realidad cotidiana, realmente son modos de ir más allá de ella misma.
Pero aquello que imaginan los individuos creativos y que se convierte en ideas novedosas y en realidades que hacen avanzar, que hacen evolucionar a la humanidad, ha sido previamente considerado por la sociedad como fantasías sin conexión alguna con la realidad.
Tal vez un ejemplo muy significativo que nos sirve para ilustrar esta situación paradigmática es el artista del renacimiento por excelencia, Leonardo da Vinci.
Leonardo fue una de las personas más sabias y polifacéticas que han existido. El universo entero –desde las alas de una libélula hasta la creación del mundo– fue el patio de recreo de su curiosa inteligencia.
No hay duda de que tenía una mente extraordinaria y una capacidad asombrosa para ver lo que otros no venían. Pero las seis mil páginas de notas y dibujos detallados presentan clara evidencia de un estudiante diligente y curioso, un perpetuo aprendiz en búsqueda laboriosa de sabiduría en constante exploración, cuestionamiento y prueba.
Para ser creativos es esencial expandir la mente. Por tanto, invertir con regularidad en oportunidades de aprendizaje es uno de los más grandes dones que puedes otorgarte.
El primer paso hacia una vida mas creativa es el paulatino cultivo hacia la curiosidad y el interés, es decir, asignar más atención a las cosas por sí mismas !
No es necesario que el objeto sea útil, ni atractivo o valioso, con tal de que sea algo misterioso ya es digno de atención. Cuando algo te haga saltar al menos una chispa de interés, prestale atención.
Habitualmente, cuando algo capta nuestra atención -una idea, una canción, un comentario, una foto- la impresión suele ser muy breve.
Estamos demasiado ocupados para examinar detenidamente ese hecho que acaba de ocurrir frente a nosotros distraídamente; o creemos que no es asunto de nuestra incumbencia...
Por supuesto que sí! pensar eso es una tontería mayúscula, Creo, modestamente, que el mundo entero nos incumbe y que de cualquier lugar de la realidad que nos rodea, no sabemos a ciencia cierta, que parte de ella se ajustará mejor o peor a nuestro yo, a nuestras potencialidades, a menos que hagamos un esfuerzo por aprender de tantos aspectos de esa realidad como sea posible.
Aprendamos a detenernos y observarla con nuevos ojos...
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