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Mostrando entradas de enero 22, 2012

La fuerza del entusiasmo (I)

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por Marcelo Vázquez Avila El movimiento se demuestra andando La palabra entusiasmo proviene del griego y significa tener un Dios dentro de sí . El sustantivo  procede del griego enthousiasmós , formado sobre la preposición en y el sustantivo theós ( dios), lo que suele traducirse también como el ser habitado por los dioses, o por las energías creadoras del universo. La persona entusiasta o entusiasmada era aquella que tomada por uno de los dioses, y guiada por su fuerza y sabiduría  podría transformar la naturaleza que lo rodeaba y hacer que ocurrieran cosas. Sólo las personas entusiastas eran capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano.  Era necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva situación. El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. Es una actitud , un estado de ánimo, de afirmación de sí mismo. La persona entusiasta es aquella que cree en su capacidad de transformar las c

Manipulación y la seducción del Poder

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por Marcelo Vázquez Avila La cima y el llano Hay un licor especial que catan aquellos que gozan del poder, tan embriagante que nunca la dosis es suficien­te para apaciguar sus apetencias. El poder los enseñorea y los sume en una lejanía sobre los demás, que se acrecienta cuanto más poderoso se es. Desde la cima no se percibe como desde el llano. El poder,  tiene una cara visible y mil ocultas. Y esto se da en muchos ámbitos diferentes; en todos los regímenes de gobierno, desde un reino o una república, hasta cualquiera de nuestras empresas del siglo XXI. El manipulador intenta  generar la realidad, y sus secuaces la imponen en el llano, no hay opción a una doble vía, por las buenas o por las malas, el orden tiránico es el que  se impone. En el caso de una democracia este cambio no es brusco, el político manipulador se vale de todos sus re­cursos, pero principalmente de dos enérgicos ayudantes: los recursos económicos y la bandera del miedo, agita­da constantemente y con los más