de los Alpes a Madrid

Por Marcelo Vázquez Ávila e Ismael Santos

(La vuelta de un campeón,  parte II)

En la segunda parte de la entrevista a Ismael Santos, tocamos varios temas: el liderazgo, los valores, la confianza, la motivación… pero me he quedado con unas preguntas que un blogger me hizo con ocasión de la anterior entrada, de la que hemos hablado en profundidad y nos ha dado pie a escribir este nuevo post.

_Qué tiene el alpinismo para generar tantas enseñanzas?

_El alpinismo como yo lo entiendo es la búsqueda del verdadero yo. Cuanto más alto subes y más son extremas las situaciones que vives, más penetras en tu interior y más emerge tu verdadero yo, sin máscaras ni engaños posibles, sólo tú mismo, desnudo y con tus miserias más profundas. El alpinismo ha sacado lo mejor y lo peor de mí mismo y ha supuesto sin duda una forma inmejorable de conocimiento, mejora y crecimiento personal.

Por qué todo esto? Porque el contacto con la naturaleza salvaje de la montaña y las situaciones extremas que en ella vives haciendo alpinismo te hacen muy vulnerable, pierdes el falso equilibrio en el que vives en tu vida cotidiana, hacen que descubras tus miserias y te adentras en el mundo de la incertidumbre, de la inseguridad y del miedo.

Haciendo alpinismo te sientes más vivo que nunca, pero a veces también te sientes muy miserable porque descubres la esencia del ser humano cuando compruebas que ante una situación límite de vida o muerte sabes que no dudarías en salvarte y dejarías a un compañero morir.

Por último, experimentas muy a menudo situaciones extremas que te hacen descubrir un sentimiento muy desconocido en nosotros: el miedo real a morir. En ciertas situaciones, eres consciente de que no hay vuelta atrás, de que si el tiempo empeora repentinamente puedes quedarte atrapado sin posibilidad de regresar, otras veces sabes que puedes caerte en una grieta y te puedes hacer daño e incluso no poder salir, a veces cuando pasas bajo un serac (bloque grande o una columna de hielo fragmentado por importantes grietas en un glaciar) sabes que puede caerse y provocar una avalancha, etc. Es decir, la muerte se palpa, se siente cercana y es muchas veces una compañera real de viaje, lo cual te lleva a aprender a saber convivir con ella y a adentrarte en una zona inexplorada de ti mismo que te ayuda a ir más allá en la concepción de ti mismo y de la vida.

_El alpinismo ¿no es una lucha constante con uno mismo?

_Para mí el alpinismo no es una lucha constante con uno mismo, sino un descubrimiento constante de uno mismo. Es la honestidad y el compromiso por excelencia con uno y con su compañero de cordada. Es el aprendizaje constante del saber estar en sintonía con la montaña y con uno mismo. Es la sensación de estar más vivo que nunca conviviendo a su vez con la compañía de la muerte. Es la máxima expresión de nuestro interior más primitivo y salvaje que es el instinto de supervivencia.

_¿Cómo se conjuga esto con la gestión y dirección de equipos?

_La gestión y dirección de equipos y el alpinismo tienen desde mi punto de vista muchas cosas en común:

EMPATÍA: un buen gestor de grupos tiene que empatizar con los integrantes del grupo para que éste funcione, lo mismo que dos, tres o cuatro compañeros de cordada para que todo funcione a la perfección y la cordada pueda volver a casa sana y salva.

COMPROMISO: requisito imprescindible entre gestor y grupo para conseguir objetivos, lo mismo que entre los compañeros de una cordada para llegar a la cima y para poder volver vivos porque uno pone su vida en las manos de otros.

ESTRATEGIA: un buen gestor de grupos necesita establecer una estrategia adecuada, sea para la propia dirección del grupo que en el camino a seguir para lograr objetivos. En el alpinismo es absolutamente fundamental la estrategia a la hora de elegir la vía a seguir, riesgos a evitar, horarios a respetar, el material que se debe utilizar y otras muchas cosas para el logro de la cima y lo que es más importante, para luego volver a casa sanos y salvos.

TRABAJO EN EQUIPO: otra de las cualidades que necesita un gestor para la dirección de su equipo es la de saber hacerle trabajar a sus integrantes en equipo y de como sacarles el máximo resultado. En el alpinismo el trabajo en equipo de la cordada es fundamental para economizar el esfuerzo y optimizar las cualidades de los componentes de la cordada.

LIDERAZGO: otro de los rasgos principales de un gestor de grupos es su capacidad de liderazgo para dirigir al grupo. En una cordada de alpinistas siempre existe uno que es el líder y que toma las decisiones y va de primero en las situaciones más difíciles y peligrosas.

GESTIÓN DEL RIESGO Y SITUACIONES DE ESTRÉS: los gestores de grupos en empresas de alto nivel se enfrentan hoy en día a muchos momentos en los cuales el riesgo que se afronta tomando una serie de decisiones conlleva un gran estrés en los componentes del grupo, deteriorando luego el funcionamiento de éste. En el alpinismo este hecho se ve acentuado por el factor de que un error en la evaluación de los riesgos puede acarrear un estrés que puede provocar que a una persona le invada el pánico y luego provoque un accidente con daños irreparables. Por ello, los guías de montaña y los buenos alpinistas tienen una gran capacidad para gestionar estos momentos críticos. Su vida y la de otros están en juego.

_Pasar de una actividad colectiva y de grupo como el baloncesto al alpinismo, ¿es una prueba de algo?

_En primer lugar, decir que el alpinismo, salvo en determinadas y puntuales ocasiones, es una actividad de grupo porque se va en cordada, normalmente de dos personas, y que pueden ser también tres o cuatro, y que requiere un grado de compromiso con los compañeros mucho mayor que el baloncesto porque pones tu vida en las manos de otros y al mismo tiempo tienes otras vidas en tus manos. Este hecho es todavía mucho más acentuado y marcado en el caso de los guías de montaña con sus clientes.

En mi caso particular, el hecho de haber dado este paso, de una actividad a la otra, no es ninguna prueba, es simplemente un paso más en mi camino hacia un enriquecimiento y crecimiento personal. Se llame baloncesto, alpinismo o de otra forma, los considero sólo vehículos a través de los cuales expreso mis cualidades y sentimientos y mediante los cuales aprendo a conocerme mejor a mí mismo.

Por último, decir que este paso ha significado para mí la constatación de que en la vida quien quiere evolucionar y crecer tiene que cambiar, experimentar la incertidumbre y el miedo, perder el falso equilibrio en el que se vive a diario para encontrar luego el verdadero.

_El liderazgo bien entendido ¿empieza en uno mismo?.

Personalmente, veo el liderazgo como un término muy vago y etéreo. Pienso que es un error verlo como un fin o como algo en lo que se tenga que trabajar para que tenga que ocurrir a la fuerza. Lo considero la consecuencia de una forma de ser, de una personalidad determinada por una serie de principios, valores y convicciones. El verdadero liderazgo, no consiste desde mi punto de vista en decir ahora hay que hacer esto o aquello porque yo soy el líder, sino que significa tener la fuerza interior y la convicción suficiente en algo para que cuando lo digas o lo hagas transmitas la suficiente energía que lleve a los demás a seguirte sin esfuerzo y de modo natural. Y sin duda, y siempre desde mi punto de vista, lo mismo vale con uno mismo. No existe ser líder de uno mismo, sino que existe tener la suficiente fuerza interior, valores, principios y convicciones para seguir tu propio camino de modo natural y sin necesidad de tener que inventar a tu propio líder al que seguir.

Después de responder a las dudas y preguntas que se planteaban por mis respuestas, me gustaría terminar con este dicho: “El maestro aparece sólo cuando el alumno está preparado”. Con esto quiero decir que el hecho de que la montaña y el alpinismo hayan significado para mí una escuela de vida es porque he estado receptivo a que ello sucediera. Esto no quiere decir que todos lo estén, y por lo tanto puede ser que no vean las mismas enseñanzas que yo he visto.














































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