Cuando evitar el dolor, nos duele más !

 Por Marcelo Vázquez Ávila 



Una reflexión sobre emociones, valores y liderazgo interior

Imagina que estás en una fiesta de disfraces, pero tú eliges llevar una armadura pesada en lugar de un disfraz divertido. ¿Por qué? Porque piensas que es mejor evitar cualquier comentario que te haga sentir incómodo. Sin embargo, lo que no te das cuenta es que esa armadura se vuelve un peso adicional, ¡y no de los que se aprecian en una fiesta!

La vida laboral está llena de estos momentos de evasión. Por ejemplo:

- Tememos ponerle límites a ese jefe abusivo y, en lugar de resolverlo, terminamos llenos de frustración. ¡Y quién necesita una autoimagen herida! Eso es como usar un traje arrugado en una entrevista importante. 

- No enfrentar un desafío puede resultar en una experiencia dolorosa: sentir culpa por no haberlo intentado es como que te dé un calambre al ver al tren pasar sin ti. ¡Ups!

- Al poner una máscara para sentirte aceptado, tu identidad se convierte en un rompecabezas cuya pieza central se pierde. La autenticidad es el pegamento que mantiene intacto ese rompecabezas.

- Y el temor al rechazo... bueno, eso nos puede hacer tolerar menosprecio. Aquí, la autoestima se va desfondando como un globo que se va desinflando poco a poco.

👉 ¡Y así seguimos! La emoción que intentamos evitar se convierte en una herida profunda, tocando cosas que creíamos a salvo:

- Toca nuestra identidad, como un pinchazo en un globo de fiesta. 
- Merma nuestra autoconfianza, haciéndonos sentir como si lleváramos encima una losa.
- Nos aleja de quienes realmente queremos ser, como un GPS mal programado que nos lleva al lugar equivocado.

Desde el coaching ejecutivo, veo esto más a menudo de lo que querría. La evitación en sí misma no es siempre mala; a veces es una sabia guardiana de nuestro bienestar. Pero aquí está la clave: solo es efectiva cuando se alinea con nuestros valores y protege nuestra integridad.

Desviarse de nuestros valores es como olvidarse de la contraseña de nuestra cuenta más preciosa. A la larga, eso duele más que cualquier incomodidad momentánea.

🔁 Entonces, ¡es hora de hacer un chequeo de nuestras estrategias de evitación! Pregúntate:

- ¿Estoy cuidando mi bienestar, o solo escondiéndome del conflicto?

- ¿Soy fiel a lo que siento, o estoy traicionando mis valores?

- Este silencio... ¿me protege, o me convierte en un espectro en medio de una charla animada?

🎯 La verdadera valentía radica en actuar alineados con lo que queremos ser, porque en el fondo, el dolor de ser auténtico siempre será más ligero que cargar con un disfraz que no nos representa.  

Así que, ¡quítate la armadura y baila al ritmo de tu verdadera identidad!

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