Reiventarse o morir a los 60
por Marcelo Vázquez Avila
Tendremos que trabajar más años y el envejecimiento
de la población activa es imparable.
En mercados como el
estadounidense, se espera que los boomers (término usado para describir a las personas que
nacieron durante el baby boom, “natalidad explosiva”, que
sucedió entre 1950 y fines de la década de los 1960) vivan más que cualquier
otra generación.
Además la generación U (unretired,
los que no se jubilan) crece actualmente en las empresas. Bien porque no
pueden, o porque no quieren, aquellos que antes se iban a los 60 prolongan
ahora su carrera y plantean nuevos retos a las compañías.
El futuro del mercado laboral tendrá nuevos protagonistas, y los senior
serán uno de ellos. El incremento del desempleo juvenil que agota las
posibilidades de una generación de reemplazo cualificada hará que las compañías
tengan que resolver sus necesidades con una fuerza laboral envejecida. Varias
generaciones deberán convivir en las empresas, y éstas tendrán que conciliar
diversos intereses, culturas, modelos de trabajo y de compromiso.
La experiencia se puede recuperar con modelos a tiempo parcial
Esta convivencia
intergeneracional obligará a concebir nuevos modelos de empresa y a
rediseñar los itinerarios profesionales. El mercado laboral demanda
la experiencia; pide profesionales más pegados al terreno que hayan lidiado con
situaciones adversas y que entiendan en su conjunto los problemas de la
compañía. Se valora la ponderación, el juicio y el criterio, porque ahora hacen
falta personas con vivencias y sentido común.
La conciencia sobre la importancia del talento de mayor edad será
creciente, y eso implica respeto, tanto a su forma de trabajar como a sus
singularidades personales, familiares y sociales.
Este uso de la experiencia
también puede llevarnos a recuperarla y explotarla desde nuevos modelos
profesionales de colaboración a tiempo parcial.
Las transformaciones
revolucionarias en el mercado laboral permiten hablar asimismo de un cambio en
el que no habrá puestos de trabajo sino creadores de ideas y de valor, que
funcionarán en una organización o por su cuenta. Y una buena salida profesional es trabajar
por proyectos.
Seniors reconvertidos en freelance
Aquí es donde los
profesionales senior pueden reconvertirse en freelance,
asesorando en distintas materias a empresas, colaborando en diferentes planes,
en proyectos de consultoría o management.
Las diferentes situaciones vitales requerirán esquemas muy diferentes de
relación laboral, y las organizaciones tendrán que aprovechar todas las
oportunidades que ofrece el marco legal.
El panorama para los
mayores que desean crear su empresa no difiere del que se pueden
encontrar sus colegas más jóvenes. Los profesionales de más de 50
años que se convierten en empresarios en España son ya una comunidad creciente.
Las bases para el éxito son también la identificación de oportunidades de negocio;
la elaboración de un plan completo que permita obtener una ventaja competitiva
en el mercado, y una previsión financiera realista.
Los senior deben recordar
que pueden ofrecer su experiencia y en algunos casos, como personas técnicas o
directivos, ayudar a otros en lo que ellos saben; emprendiendo nuevos
proyectos, o bien moviendo la red de contactos para buscar nuevas opciones.
Nunca
es demasiado tarde para perseguir lo que a uno le gusta. ¿Por qué parar ahora?
Como cualquier empresario, una de las primeras cuestiones que debe tener en
cuenta el emprendedor senior es: qué riesgo es capaz de asumir.
Hay que tener en cuenta que
el riesgo tiene también un sesgo positivo: Los
emprendedores de cierta edad pueden utilizar mejor que otros más jóvenes su
experiencia para atraer la financiación necesaria.
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