El asalto al cielo
Por Marcelo Vázquez Ávila
Ruth Beitia
escribe la página más brillante de su carrera a los 37 años y en sus últimos
Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos han consagrado a algunas
estrellas emergentes como Carolina Marín pero también a una ilustre veterana con
alma y cuerpo plenos de juventud. Ruth Beitia quien con su oro en altura pone
la guinda a una carrera de una atleta ejemplar.
La campeona, quien jamás se refiere a sus éxitos
en singular sino que incluye a su entrenador, de cuya mano ha transitado toda
una vida. Esta medalla es al trabajo de 26 años con Ramón Torralbo, mi
entrenador, mi 50%. Esta medalla es tanto suya como mía".
Toca el cielo de un solo salto
Todo esfuerzo tiene su
recompensa. Ruth Beitia se adjudicó la medalla de oro en la
prueba de salto de altura a base de ilusión, garra y perseverancia. Han tenido que pasar 26 años
-desde que se enroló en la aventura del atletismo a sus 11 añitos- para que
llegase el mejor regalo posible.
Estuvo retirada durante tres meses, tras
lograr la cuarta plaza en Londres. Sin embargo, el gusanillo de la competición
le picó nuevamente y su entrenador Ramón Torralbo la convenció para que
regresara. Por ello, esta mujer considera que le debe a su técnico el 50% de lo
que ha conseguido en su dilatada carrera. Desde 2005, la cántabra, que en los últimos
años ha compaginado el deporte con la política, acumulaba medallas en europeos,
Mundiales y en la Liga de Diamante
Broche de Oro
Ruth llegó con toda la calma del mundo a
la final. Hizo su curioso gesto con el brazo antes de cada salto, siempre con una sonrisa en la boca, y
dio la sensación de que en todo momento esperaba hacer algo grande. Pasó todas
las alturas con mucha solvencia e incluso en la última fue la que más cerca se
quedó de no tirar el listón. En parte, su triunfo se debe a que desde su
reaparición en las pistas ve la presión como algo positivo e intenta vivir el
día a día sin mirar más allá, por lo que su posible retirada tampoco le
atormentó en absoluto.
¡Es de oro, de oro!, decía Ruth sin parar de sonreír y de
tocar la medalla de oro, ésa que llevaba 26 años esperando. "Ha sido
increíble porque cuando ha saltado Demireva he pensado: 'Se ha cumplido el
sueño, soy medallista olímpica'. Cuando saltó Vlasic, ha sido un subidón.
¡Plata! Y temía a Lowe porque es muy buena saltando y al tercer intento. Pero
la suerte estaba de mi lado”.
Una segunda
oportunidad
"Esta segunda oportunidad que me ha
dado la vida ha sido para demostrar todo el trabajo que hemos hecho estos 26
años, caminando juntos y criando
canas".
"El motor de mi vida este tiempo era
una medalla olímpica, que es lo que me hizo seguir adelante y hoy se ha hecho
realidad".
Sólo hago disfrutar y sonreír. Quiero que
la gente disfrute en casa y en los estadios conmigo. Hoy saltaba la primera,
que es un arma de doble filo. Al saltar el 97 a la primera ha sido
fundamental", dijo.
El regalo de
vivir
"Esto es un regalo que me ha dado la
vida. Había hecho la mejor competición de mi vida pero hubo tres mejores que yo
y no pudo ser. No sé si se ha hecho justicia", decía riendo.
Al subir al podio, se acordó de los suyos.
"He pensado en mi familia, en Ramón, en todos los que en los momentos
malos han estado ahí. En los buenos hay muchas. Y he pensado en estos 26 años
que han sido recompensados con un oro olímpico".
Sus mejores
actuaciones
La campeona olímpica en Rio 2016 y tetracampeona de
Europa ha conseguido cinco medallas en campeonatos del mundo y ocho en
campeonatos de Europa, además del oro en los juegos del Mediterráneo. En 2015 se
convirtió en la primera atleta española en ganar la IAAF Diamond League. En los JJOO de Rio de Janeiro se convirtió en
la primera mujer española en conseguir una medalla de oro en atletismo.
El futuro
Beitia todavía no ha pensado en la próxima
temporada, de momento sólo piensa en acabar la presente y luego en irse de
vacaciones y descansar en Santander junto a los suyos. "Me quedan dos
citas de la Diamond League esta temporada. Me voy con la sensación de que puedo
hacer una gran marca. Hoy veníamos a por una medalla y me voy con la de oro.
Seguro que con 41 años no estaré en unos Juegos. Pienso en el aquí y el ahora.
No sé qué me deparará el futuro, aunque seguro que con 41 años ya no estaré en
Tokio", decía feliz.
Ahora le toca disfrutarlo
Lo que sí tenía claro es cómo iba a
celebrar su título de campeona olímpica. "Ya sabéis que me gusta tomar una
al día pero hoy igual me tomo dos cervezas", decía riendo. Porque un oro
olímpico bien lo merece. Enhorabuena, campeona.
Trayectoria política
La nueva campeona, con ese talante positivo y su
sonrisa habitual, afrontó su puesta en escena en Río 2016, con el
mismo compromiso con el que encara su apuesta por el desarrollo social y el
futuro de su país. En octubre del 2008 fue designada
miembro del Comité Ejecutivo Regional del Partido Popular de Cantabria.
El 16 de junio del 2011 tomó posesión como diputada y fue designada
secretaria primera del Parlamento de Cantabria para la VIII Legislatura. Tras las elecciones
de 2015 volvió a renovar su acta de diputada en el Parlamento de Cantabria para
la IX Legislatura.
Que tengas en la política la
misma perseverancia para vivir esos valores que difundes a través del deporte
porque el mundo necesita gente que ame
lo que hace
Comentarios
Gracias por recordárnoslo en tu artículo. Un abrazo.